lunes, 18 de agosto de 2014

EL TALISMÁN DIVINO

El talismán que Jesús tiene, es el Amor al Padre que es el que nos ha enseñado y hemos adquirido todos los dones que ¡El! nos da. así guardamos todos los tesoros en nuestros corazones, es el único sitio que nadie nos los puede quitar, ese es el gran talismán el Amor, la caridad, la esperanza, el conocimiento de todas las cosas que guardamos dentro de nosotros mismos.
Los familiares establecieron una interesante exposición, acerca de las facultades sublimes de que el Maestro daba testimonio amplio, curando locos y ciegos, cuando Isabel, la celosa madre de Juan y Tiago, indagó, sin preámbulos:
Señor, ¿tendrás contigo algún talismán de cuya virtud podamos disfrutar? ¿Algún objeto mágico qué nos pueda favorecer?
Jesús posó en la matrona los ojos penetrantes y habló, risueño:
 Realmente, conozco un talismán de maravilloso poder. Usando sus milagrosos recursos, es posible iniciar la adquisición de todos los dones de Nuestro Padre. Ofrece la descubierta de los tesoros del amor que resplandecen alrededor de nosotros, sin que les veamos, de pronto, la grandeza. Muestra el entendimiento, donde la desarmonía castiga los corazones. Abre la puerta a las revelaciones del arte y de la ciencia. Extiende posibilidades de luminosa comunión con las fuentes divinas de la vida. Invita a la bendición de la meditación en las cosas sagradas. Reanuda relaciones de compañeros en discordancia. Abre pasajes de luz a los espíritus que se demoran en las sombras. Permite benditas cosechas de alegría. Se reviste de mil oportunidades de paz con todos. Indica vasta red de sendas para el trabajo saludable. Revela mil modos de enriquecer la vida que vivimos. Facilita el acceso del alma al pensamiento de los grandes maestros. Da comunicaciones con los manantiales celestes de la intuición.
 ¿Qué más?  dijo el Señor, imprimiéndole énfasis a la pregunta.
Y después de sonreír, complaciente, continuó:
 Sin ese divino talismán, es imposible comenzar cualquier obra de luz y paz en la Tierra.
La mirada de los oyentes permutaba expresiones de asombro, cuando la esposa de Zebedeo inquirió, sorprendida: Maestro, ¿dónde podremos adquirir semejante bendición? Dinos. Necesitamos de ese acumulador de felicidad. El Cristo, entonces, añadió, de buen humor:
 Ese bendito talismán, Isabel, es propiedad común a todos. Es “la hora que estamos atravesando”... Cada minuto de nuestra alma permanece revestido de prodigioso poder oculto, cuando sabemos usarlo en el Infinito Bien, porque toda grandeza y toda decadencia, toda victoria y toda ruina son iniciadas con la colaboración del día.
Y delante de la perplejidad de todos, termino diciendo
El tiempo es el divino talismán que debemos aprovechar.

martes, 5 de agosto de 2014

VOLUNTAD

Compararemos a la mente humana el espejo viviente de la conciencia lúcida  con una gran oficina
subdividida en diversas secciones de servicio.
Allí está el Departamento del Deseo,
donde actúan los propósitos y las aspiraciones, que acicatean los impulsos al trabajo;
El Departamento de la inteligencia, que amplía el patrimonio de la evolución y la cultura;  
El Departamento de la Imaginación, que atesora las riquezas de los ideales y de la sensibilidad;
El  Departamento de la Memoria, que archiva el cúmulo de las experiencias; y algunos otros, que definen los anhelos del alma.
Por encima de ellos, sin embargo, aparece el Despacho de la Voluntad.
La Voluntad es una gerencia esclarecida y vigilante que gobierna a cada uno de los sectores de la
acción mental. La Divina Providencia concedió al raciocinio la Voluntad, como una aureola luminosa, al cabo d
el laborioso y multimilenario viaje del ser por las oscuras provincias del instinto.
Para valorar su importancia, basta con recordar que la Voluntad es el timón de todas las categorías
de fuerzas incorporadas a nuestro conocimiento. La electricidad es energía dinámica.
El magnetismo es energía estática.
El pensamiento es fuerza electromagnética.
El pensamiento, la electricidad y el magnetismo
se conjugan en cada una de las manifestaciones de la Vida Universal, para crear gravitación y afinidad,
asimilación y desasimilación en los campos múltiples de la forma, que están al servicio del peregrinaje del espíritu hacia las Metas Supremas trazadas por el Plan Divino.
La Voluntad, empero, es el impacto determinante. Es el botón poderoso, a nuestra disposición,
que decide el movimiento o el reposo de la máquina. El cerebro es la dínamo que produce energíamental, de acuerdo con la capacidad de reflejar que le es propia, pero en la Voluntad tenemos el control que orienta dicha energía con tal o cual rumbo, determinante de las causas que rigen los problemas inherentes al destino. En ausencia de la Voluntad, el Deseo puede llegar a comprar al engaño siglos de aflicciones, marcados por la reparación y el sufrimiento; cuando carece de Voluntad, la Inteligencia corre el riesgo de quedar aprisionada en el calabozo de la delincuencia;
por falta de Voluntad, la Imaginación que ha sido dominada por las sombras puede generar peligrosos monstruos, y si la Memoria no está aliada a la Voluntad  aunque permanezca fiel a su función de registro, de conformidad con el destino que le ha asignado la Naturaleza  puede llegar a caer en un deplorable relajamiento. Sólo la Voluntad aportará la fortaleza necesaria para sustentar la armonía del espíritu. Por cierto, la Voluntad no consigue evitar la reflexión mental cuando se trata de la conexión entre semejantes, porque la sintonía es una ley irrevocable; sin embargo, tiene la posibilidad de imponer el yugo de la disciplina a los elementos que administra, de manera de mantenerlos en íntima concordancia dentro de la corriente del bien.