22/6/09
Se fue Vicente Ferrer, pero donde se fue estará maravillado de ver tanta perfección. Cuando se asome a la Tierra y vea lo que él hizo estará orgulloso de saber que su gran obra también tiene su gran mérito, que sus pobres, a los que tanto amó, lloran su pérdida tan valiosa, cuando entren a sus casas él estará en todos los rincones de éstas, cuando cojan la cosecha él estará mirándoles, cuando vea en los hospitales que él construyó estará para dar el ánimo, por encontrarlo tanto a faltar, en todo lo que él, con ayuda de todos los pobres de Anantapur, construyó quedará para siempre. En las aldeas que tanto bien hizo vivían más de dos millones de personas, cuando mire todo y a todos con su humildad que feliz será.
Era un hombre bueno, muy bueno, y seguirá siéndolo. Vicente Ferrer, pobre entre los pobres, rico en humanidad, generoso en su vida.
Camino sin retorno, de voz pausada e intensa, de mirada seductora e incisiva, de aspecto delgado y poderoso, Ferrer encandiló a todas las personas que encontró en su camino, sobre todo desde que el destino le llevó hasta la India. Un camino que resultó ser sin retorno, un viaje de ida a la felicidad construida sobre la miseria. Una revolución silenciosa. Un sendero en cuya parte final necesitó la ayuda de otros, esa ayuda que él durante tantos años había ofrecido a los demás.
El espíritu altruista lo tuvo desde muy joven, fue a la India, donde su labor no siempre fue entendida, le vieron como una amenaza y ordenaron su expulsión y 30.000 campesinos salieron a la calle para impedirlo e Indira Gandhi revocó la orden y dijo: “El señor Ferrer solo se ha ido de vacaciones; será bienvenido a su regreso.” Volvió y se instaló en Anantapur, en una de las zonas más áridas y empobrecidas de la India. Donde comenzó a aplicar su filosofía:”la pobreza no está para ser entendida, sino para ser erradicada” y se puso manos a la obra.
Gracias Vicente por hacer del mundo un lugar para vivir. Tu vida y tu obra son un ejemplo de que cambiar el mundo es posible. Gracias por tu lección de humanidad.
El compromiso
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Si no puedo ver a Dios cara a cara, con mis ojos, por lo menos veré a los pobres, y eso a construir mi vida.
La Actitud
Hay una forma muy sencilla para erradicar la pobreza; repartir. Nosotros, de alguna manera quisimos hacer ricos a los pobres.
La Conciencia
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Si no existieran la compasión y la solidaridad en este mundo. Entonces la humanidad no tendría el derecho a la existencia.
El Respaldo
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Sin el apoyo de todos los colaboradores, de la gente de España yo no seria más que un papel en el aire movido por el viento.
Así era Vicente Ferrer un hombre bueno.
Descanse en paz.
Se fue Vicente Ferrer, pero donde se fue estará maravillado de ver tanta perfección. Cuando se asome a la Tierra y vea lo que él hizo estará orgulloso de saber que su gran obra también tiene su gran mérito, que sus pobres, a los que tanto amó, lloran su pérdida tan valiosa, cuando entren a sus casas él estará en todos los rincones de éstas, cuando cojan la cosecha él estará mirándoles, cuando vea en los hospitales que él construyó estará para dar el ánimo, por encontrarlo tanto a faltar, en todo lo que él, con ayuda de todos los pobres de Anantapur, construyó quedará para siempre. En las aldeas que tanto bien hizo vivían más de dos millones de personas, cuando mire todo y a todos con su humildad que feliz será.
Era un hombre bueno, muy bueno, y seguirá siéndolo. Vicente Ferrer, pobre entre los pobres, rico en humanidad, generoso en su vida.
Camino sin retorno, de voz pausada e intensa, de mirada seductora e incisiva, de aspecto delgado y poderoso, Ferrer encandiló a todas las personas que encontró en su camino, sobre todo desde que el destino le llevó hasta la India. Un camino que resultó ser sin retorno, un viaje de ida a la felicidad construida sobre la miseria. Una revolución silenciosa. Un sendero en cuya parte final necesitó la ayuda de otros, esa ayuda que él durante tantos años había ofrecido a los demás.
El espíritu altruista lo tuvo desde muy joven, fue a la India, donde su labor no siempre fue entendida, le vieron como una amenaza y ordenaron su expulsión y 30.000 campesinos salieron a la calle para impedirlo e Indira Gandhi revocó la orden y dijo: “El señor Ferrer solo se ha ido de vacaciones; será bienvenido a su regreso.” Volvió y se instaló en Anantapur, en una de las zonas más áridas y empobrecidas de la India. Donde comenzó a aplicar su filosofía:”la pobreza no está para ser entendida, sino para ser erradicada” y se puso manos a la obra.
Gracias Vicente por hacer del mundo un lugar para vivir. Tu vida y tu obra son un ejemplo de que cambiar el mundo es posible. Gracias por tu lección de humanidad.
El compromiso
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Si no puedo ver a Dios cara a cara, con mis ojos, por lo menos veré a los pobres, y eso a construir mi vida.
La Actitud
Hay una forma muy sencilla para erradicar la pobreza; repartir. Nosotros, de alguna manera quisimos hacer ricos a los pobres.
La Conciencia
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Si no existieran la compasión y la solidaridad en este mundo. Entonces la humanidad no tendría el derecho a la existencia.
El Respaldo
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Sin el apoyo de todos los colaboradores, de la gente de España yo no seria más que un papel en el aire movido por el viento.
Así era Vicente Ferrer un hombre bueno.
Descanse en paz.
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