sábado, 9 de octubre de 2010

EL PASE MAGNÉTICO

El pase magnético no es solamente una transfusión de energías anímicas.
Es también un equílibrante ideal de la mente y un apoyo eficaz de todos los
tratamientos.
Desánimo y tristeza, tanto como insatisfacción y rebeldía, son síndromes de la
enfermedad del alma que ocasionan desequilibrios y favorecen las molestias del
cuerpo.
Si se tiene salud, esos estados del Espíritu producen desastres orgánicos; si se
está enfermo, son factores que predisponen a una desencarnación prematura.
Más no es eso solamente.
Cuando se produce un desequilibrio en la mente las fuerzas negativas entran
más fácilmente en acción, dando origen, así, a procesos obsesivos de una duración
indeterminada.
Si utilizamos el antibiótico como medicamento para detener la proliferación de
microorganismos en nuestro cuerpo físico, ¿por qué no adoptar el pase magnético como
agente eficaz para impedir las alucinaciones depresivas en el alma?
La aplicación de las fuerzas magnéticas curativas es una fluidoterapia con la misma
importancia que se da al empleo sanador de los fluidos eléctricos.
Espíritas y médiums espíritas: Cultivemos el pase magnético unido siempre al
vehículo eficaz de la oración, respetándolo como a uno de los más legítimos
complementos de la terapéutica corriente.
Es dable reconocer los abusos realizados con la hipnosis, lo cual ha dado
motivo a múltiples liviandades y lamentables truhanerías de salón en nombre de la
ciencia, constituyéndose así en un nuevo caso de confusión para el mundo; pero el
pase magnético, con la autoridad moral de la oración, fue siempre un auxilio divino
para con las necesidades humanas. Basta recordar para ello, que el Evangelio nos
presenta a Jesús atendiendo a los enfermos extendíéndoles sus manos luminosas.
André Luìz
Del libro Opinion espirita

1 comentario:

pENSAMENTO & eSPIRITUALIDADE dijo...

Hola, mi querida hermana, compañera del alma!! Que textos hermosos que nos das! Fraternales felicitaciones por el hermoso trabajo que desinteresadamente haces través del corazón. Abrazo fraternal de su hermano aquí en Brasil, São Paulo. Gracias por todo.

Davilson