Todos queremos ser felices, vivir mejor.
Entretanto, oigamos a la experiencia:
La felicidad no es una alfombra mágica. Ella nace de los bienes que usted
esparce, no de aquellos que se amontonan inútilmente.
Esto es verdad tanto como que la alegría es la única donación que puede
hacer, sin poseer ninguna material.
Usted puede estar en dificultades y aliviar muchas dificultades de los
demás.
Aunque a veces sin ningún consuelo, usted dispone de inmensos recursos
para reconfortar y levantar a los hermanos en pruebas o penurias.
La receta de vida mejor será siempre mejorarnos, a través de la mejoría que
vengamos a realizar para los demás.
La vida es un Don de Dios en todos.
Y quien sirve solo para sí mismo, no sirve a los objetivos verdaderos de la
vida, porque vivir es participar, progresar, elevarse e integrarse.
Si aspiramos a vivir mejor, escojamos el lugar de servir en la causa del bien
de todos.
Para eso, usted no necesita condicionarse a los puntos de vista ajenos.
Forme en la hilera a los servidores que sean afines con sus aptitudes.
Alístese en cualquier servicio en el bien común.
Es tan importante colaborar en la higiene de su barrio o en la construcción
de una escuela, como auxiliar a un niño necesitado o dar apoyo a un
enfermo.
Procure la paz, garantizando la paz allá donde esté.
Viva en seguridad, cooperando en la seguridad de los demás.
Aprendamos a entregar lo mejor de nosotros a la vida que nos rodea y la
vida nos hará recibir lo mejor de ella misma.
Sea feliz, haciendo felices a los demás.
Salga al encuentro de los demás, pero no murmure, ni se queje de nadie. Y
los demás nos harán encontrar a Dios.
No juzgue que semejante instrucción sea asunto únicamente para usted, que
se halla en la tierra. Si cree que los llamados “muertos” están en paz
gratuita, el engaño es suyo, porque los “muertos” si quieren paz, que
aprendan a salir de sí mismos y a servir también.
Entretanto, oigamos a la experiencia:
La felicidad no es una alfombra mágica. Ella nace de los bienes que usted
esparce, no de aquellos que se amontonan inútilmente.
Esto es verdad tanto como que la alegría es la única donación que puede
hacer, sin poseer ninguna material.
Usted puede estar en dificultades y aliviar muchas dificultades de los
demás.
Aunque a veces sin ningún consuelo, usted dispone de inmensos recursos
para reconfortar y levantar a los hermanos en pruebas o penurias.
La receta de vida mejor será siempre mejorarnos, a través de la mejoría que
vengamos a realizar para los demás.
La vida es un Don de Dios en todos.
Y quien sirve solo para sí mismo, no sirve a los objetivos verdaderos de la
vida, porque vivir es participar, progresar, elevarse e integrarse.
Si aspiramos a vivir mejor, escojamos el lugar de servir en la causa del bien
de todos.
Para eso, usted no necesita condicionarse a los puntos de vista ajenos.
Forme en la hilera a los servidores que sean afines con sus aptitudes.
Alístese en cualquier servicio en el bien común.
Es tan importante colaborar en la higiene de su barrio o en la construcción
de una escuela, como auxiliar a un niño necesitado o dar apoyo a un
enfermo.
Procure la paz, garantizando la paz allá donde esté.
Viva en seguridad, cooperando en la seguridad de los demás.
Aprendamos a entregar lo mejor de nosotros a la vida que nos rodea y la
vida nos hará recibir lo mejor de ella misma.
Sea feliz, haciendo felices a los demás.
Salga al encuentro de los demás, pero no murmure, ni se queje de nadie. Y
los demás nos harán encontrar a Dios.
No juzgue que semejante instrucción sea asunto únicamente para usted, que
se halla en la tierra. Si cree que los llamados “muertos” están en paz
gratuita, el engaño es suyo, porque los “muertos” si quieren paz, que
aprendan a salir de sí mismos y a servir también.
Psicografia de Chico Xavier.......
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