lunes, 25 de febrero de 2013

EXPLICACIONES DEL MAESTRO

Jesús y sus discípulos y familiares de estos después de la cena se reunían al lado del hogar, para hablar y aprender lo que Jesús les comentaba y después oraban y se retiraban al descanso para al día siguiente salir a predicar la palabra de Dios.
En el transcurso de la conversación edificante, Sara, esposa de Benjamín el criador de cabras, que seguía atenta los comentarios del Maestro durante las afables interpretaciones acerca del hogar de Cafarnaum, preguntó deslumbrada por las novedosas revelaciones:
El concepto del reino de Dios en nuestras vidas es realmente sublime. No obstante, ¿cómo haré para iniciarme en él? Hemos escuchado las predicaciones al borde del lago, y sabemos que la Buena Nueva preconiza por encima de todo el amor y el perdón.. Desearía ser fiel a tales principios, pero me siento presa de las normas tradicionales. No consigo disculpar a quienes me ofenden: no entiendo una vida en la que cambiamos nuestras ventajas por los intereses de los otros: estoy apagada a mis pertenencias y soy celosa de todo lo que asumo como de mi propiedad.
La señora se confesaba con candor, no obstante, el rictus de su boca indicaba la decepción de quien se encuentra ante inconvenientes casi insalvables.
Para eso  comentó Pedro, es indispensable la buena voluntad.  Con la fe depositada en nuestro Padre celestial, aventuro la esposa de Simón, superaremos los obstáculos más difíciles.
En todos los presentes se traslucía una ansiosa expectativa en cuanto al veredicto del  Señor, que manifestó luego de un prologado silencio:
Sara, ¿cuál es la principal tarea de tu casa? La cría de las cabras respondió la interpelada con un dejo de curiosidad. ¿Cómo haces para conservar la leche inalterable y pura, de modo de satisfacer las necesidades domésticas? .Antes de toda providencia, Señor, es imprescindible  lavar cuidadosamente el recipiente en el cual se la depositará. Si quedara algún residuo en el ánfora, en breve toda la leche se contaminará con un patente sabor agrio, y ya no servirá para las aplicaciones más delicadas.
Jesús esbozó una sonrisa y explicó: Del mismo modo ocurre con la revelación celestial dentro del corazón humano. Si no purificamos el recipiente del Alma, aunque el conocimiento sea superior, se mezcla con las suciedades de nuestro mundo intimo, como si degenerase, y se reduce la proporción del bien que de él podríamos recibir. En verdad. Moisés y los profetas han sido esforzados portadores de mensajes divinos, pero los descendientes del pueblo escogido no purificaron lo suficiente el receptáculo vivo del espíritu para recibirlos. Esa es la razón por la cual nuestros contemporáneos son al mismo tiempo juntos e injustos, creyentes e incrédulos, buenos y malos. La leche pura de los esclarecimientos elevados penetra en el corazón como un alimento nuevo, pero allí se mezcla con la herrumbre del egoísmo secular. Del servicio renovador del alma restará, entonces, el vinagre de la incomprensión que posterga el trabajo efectivo del reino de Dios
El pequeño grupo, en la sala de Pedro, recibió conmovido la lección sublime y simple, sin que produjera ninguna intervención verbal. Mientras tanto, al ponerse de pie con discreción y humildad, el Maestro acarició el cabello de la señora que lo había interpelado y concluyó, dando una muestra de su generosidad:
El rocío sobre un lirio blanco es como un diamante caído del cielo, pero sobre el polvo del camino se convierte en una gota de lodo. No olvides esta verdad simple y clara de la naturaleza
recogido del libro Jesús en el Hogar de Chico Xavier

No hay comentarios: