Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer rogó:
"Por favor señor, se lo pagaré tan pronto como pueda."
El dueño le dijo que no podia darle crédito, ya que no tenía una cuenta de credito en su tienda, de pie, cerca del mostrador, se encontraba un cliente que escuchaba la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.
El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que el se haria cargo de lo que la mujer necesitara para su familia; entonces el dueño mosqueado, preguntó a la mujer:
"¿Tiene usted una lista de compras?."
La mujer dijo: "Si señor"
"Esta bien, dijo el dueño." ponga su lista en la balanza de platos y lo que pese su lista le daré en comestibles."
La mujer titubeó por un momento y cabizbaja buscó en su cartera un pedazo de papel, escribió
algo en él y lo puso, triste aún, en uno de los platos de la balanza...
Los ojos del dueño y del cliente se llenarón de asombro, cuando el plato de la balanza donde estaba el papel, se hundió hasta el fondo y se quedo así.
El dueño, sin dejar de mirar la balanza dijo:
"No lo puedo creer"...
"No lo puedo creer"...
El cliente sonrió y el dueño comenzo a poner comestibles en el otro plato de la balanza.
El dueño se quedó pasmado de asombro.
Finalmente, tomó el pedazo de papel y lo miro. Todavia más asombrado...
¡No era una lista de compra!. Era una. ORACIÓN.
Que decia: QUERIDO SEÑOR, TÚ CONOCES MIS NECESIDADES Y YO VOY A DEJAR ESTO EN TUS MANOS".......
El dueño de la tienda le entrego los comestibles que habia pesado y quedó alli en silencio.
La mujer agradeció y abandonó la tienda: el cliente entregó un billete de cincuenta dolares al dueño y le dijo:
"Valio cada centavo de este billete: ahora sabemos cuanto pesa una ORACIÓN"El poder de la oración.
La oración es uno de lo mejores regalos gratuitos que recibimos no tiene costo pero si muchas recompensas. que dios nos bendiga
ORACION... no olvidemos que hay también una caridad que nos debemos a nosotros mismosAfin de que la caridad que vayamos a practicar frente al mundo, no se reduzca a simple actitud superficial.
Caridad que nos eduque el espiritu del Señor, cuya Doctrina de luz abrazamos con el pensamiento y con los labios y que, poco a poco, nos compete asumir con toda el alma y el corazón....
Para ejercerla es preciso que sepamos:
perdonar las faltas ajenas sin disculparnos;
colaborar en las buenas obras sin aguardar la colaboración del conpañero;
ayudar a los que nos rodean sin esperar que nos retribuyan;
dar de lo que tenemos y detenemos sin cobrar el impuesto de la gratitud;
iluminar nuestro camino, aprendido a vencer las sombras que a nuestro alrededor aún son densas;
callar para que otros hablen;
defender a los demás, sin procurar defendernos;
humillarnos , sin pedir que los demás se humillen;
reconocer nuestras faltas y corregirlas;
servir sin recompensa, ni siquiera la de la
comprensión que nos remunera con el salario del confortalecimiento;
trabajar incesantemente, sin esperar los aguijones que nos obligen en la ejecución,;
sentir en el hermano de la experiencia, necesidades y dolores iguales a los nuestros, para que la vanidad no nos induzca a la ceguera;
considerar la bondad constante del Señor que hace siempre lo mejor, en nuestro beneficio, y cultivar el reconocimiento a El, a través del sacrificio y en favor de aquellos que nos rodean.
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